Fermín de la Calle publica hoy en el diario As un interesante reportaje sobre el equipo de Toulon, y más en concreto sobre su dueño Mourad Boudjellal, un "mecenas" que ha fichado a cracks, como Andrew Mehrtens -por segunda vez en una segunda división europea, ya que jugó con Harlequins en la Division One-, George Gregan-el jugador con más internacionalidades de la historia del deporte- y Victor Matfield, el mejor segunda linea del Mundial.
A mi esto de que un millonario venga y suelte la pasta porque le hace ilusión ver a su equipo campeón no me acaba de dar buen rollo, pero lo que es casi seguro -por la ventaja que llevan al segundo, diez puntos tras seis jornadas- es que el año que viene les veremos en Top 14. A ver dónde acaba esto...
Pego el reportaje:
El Abramovich del Rugby, por Fermín de la Calle.
El genocidio que los musulmanes armenios cometieron sobre la comunidad católica de su país dejó a Marie sin familia. Eso la empujó a huir rumbo a Turquía, donde conoció a Mourad, islámico, y tras casarse con él, emigraron a Argelia. Mourad falleció debido al asma y Marie emprendió junto a su hijo Ahmed otro largo viaje que concluyó en Toulon en 1945. Llegaron en un camión destartalado a esta localidad de la Costa Azul para iniciar una nueva vida. Ahmed, que se hizo camionero, tuvo dos hijos y honró la memoria de su padre llamando al benjamín Mourad, Mourad Boudjellal.
El pequeño Mourad mostró desde pequeño su pasión por los cómics. A los diez años fundó Ediciones Mourad, a los 15 participó en la creación del salón del cómic de Hyères y a los 22 abrió una librería especializada. Hoy es el presidente, director general y máximo (y único) accionista de Ediciones Soleil. Es el tercer editor más importante de Francia y su empresa obtiene un beneficio de 40 millones de euros anuales.
Desafiante.
Mourad, que venera a Muhammad Ali, al que califica como "el hombre que arrodilló a Estados Unidos y tumbó al mundo", prometió pasear el nombre de Toulon por Europa y eligió para ello a su desvencijado equipo de rugby, que malvivía en Segunda. En mayo de 2006 Stéphane Lelièvre, reconocido chef de la ciudad, le ofreció invertir en el club y copresidirlo. Lelièvre se ocuparía de las tareas ejecutivas y él (51% del accionariado) de las deportivas. Para el aterrizaje diseñó un golpe de efecto. El nivel de sus primeras contrataciones (Dan Luger, Yann Delaigue y Jean-Jacques Crenca) colocó al Toulon en las portadas de la prensa, pero el árabe del Ferrari, así le bautizó una editorial parisina, quería abrir los informativos televisivos. Y lo hizo al contratar a Tana Umaga, legendario All Black. "Hemos fichado al Zidane del rugby". Así arrancó la rueda de prensa de presentación del neozelandés. La mayor contratación de la historia del rugby galo jugaría en ¡Segunda! Boudjellal concluyó desafiante: "No será el último". A Umaga, que cobró 350.000 euros por jugar ocho partidos (el sueldo medio en el club era de 15.000 euros anuales) lo calificó como "un fichaje rentable". Hoy es el director deportivo.
Boudjellal lidera el desembarco de mecenas en el rugby galo. Millonarios como Tingaud, Guazzini o Derichebourg. Un día, tras perder un partido que tenía ganado ante el Metro Racing (otro histórico venido a menos) Mourad apartó a nueve jugadores a instancias del técnico. Entre ellos algún fichaje. Toulon ganó el siguiente partido. Hoy dispone de una plantilla que optaría al título en Primera, pero se conformará con buscar una de las dos plazas de ascenso ante Agen y Racing Metro, clubes presididos por Tingaud y Lorenzetti, empresarios de suculenta billetera.
Tras pasar décadas rodeado de héroes como Tarzán o Flash Gordon, Boudjellal, el Abramovich del rugby, está acompañado ahora de héroes de este deporte como Umaga (capitán All Black), Gregan (capitán australiano) o Matfield (capitán surafricano) para convertir al Toulon en un equipo de dibujos animados. Eso sí, en Segunda ...
Los galácticos del Toulon
Tana Umaga.El protogaláctico. 350.000 euros por 8 partidos. Ahora vuelve como director deportivo del club.
A. Merthens. La mejor zurda de la historia All Black. Puro talento. Está en la cuesta abajo, pero... 300.000.
V. Matfield. A sus 30 años (2 metros y 110 kg.) este surafricano es uno de los mejores segundas del rugby mundial.
George Gregan. Histórico apertura y capitán de Australia (más de 130 partidos). Cobrará 400.000 euros por seis meses.
martes, 4 de diciembre de 2007
lunes, 3 de diciembre de 2007
Mark Regan, orgullo de Barbarian
Mark Regan está cerca de cumplir los 36. Ha sido Campeón del Mundo, capitán de Inglaterra, tiene la Orden de Mérito del Imperio Británico y desde el sábado puede decir que tambien ha sido capitán de los Barbarians.
Para ello desobedeció a su club que le había prohibido jugar el partido Barbarians-Sudáfrica, debido al honor que para él suponía jugar este partido y además como capitán de los barbarians.
En Bristol no se lo han tomado nada bien y anuncian una fuerte multa -el entrenador Richard Hill le ha recomendado que lleve la chequera. Aun asumiendo que los clubes profesionales pagan y por tanto mandan, Regan no pudo renunciar a poner un broche de oro a su carrera internacional.
El Rugby es un deporte de leyenda, y los clubes, por muy profesionales que sean, heredan esa leyenda. Deberían hacer algo por mantenerla.
Para ello desobedeció a su club que le había prohibido jugar el partido Barbarians-Sudáfrica, debido al honor que para él suponía jugar este partido y además como capitán de los barbarians.
En Bristol no se lo han tomado nada bien y anuncian una fuerte multa -el entrenador Richard Hill le ha recomendado que lleve la chequera. Aun asumiendo que los clubes profesionales pagan y por tanto mandan, Regan no pudo renunciar a poner un broche de oro a su carrera internacional.
El Rugby es un deporte de leyenda, y los clubes, por muy profesionales que sean, heredan esa leyenda. Deberían hacer algo por mantenerla.
lunes, 19 de noviembre de 2007
El rugby español en la Europa de clubes
El Salvador ha visto como un par de partidos le ponían los pies en el suelo en cuanto a su nivel, y de rebote, el del rugby español. Tres años apartados de las competiciones europeas en las que el nivel del club había crecido bastante, hacían que los vallisoletanos soñasen con plantar cara a tres equipos de las ligas profesionales. Sin embargo, 25 ensayos recibidos en dos partidos ponen a cada uno en su sitio real. ¿Fracaso? Claro que no, pero la diferencia de nivel es la que es, y los sueños, sueños son.
Ante esto, el rugby español puede conformarse y seguir intentando jugar competiciones europeas y algún mundial de vez en cuando por el orgullo intrínseco de este deporte, o puede intentar un crecimiento que le acerque de alguna manera a los equipos profesionales. Ojo, que acercarse no significa batirles, eso queda para un futuro mucho más lejano, pero acortar algún escalón de los bastantes que separan a uno y otro rugby es posible.
Yo propongo que España afronte las competiciones europeas de una manera diferente al rugby de clubes actual. En realidad, solamente en Inglaterra, Francia e Italia los clubes compiten en Europa. En Gales, Irlanda, Escocia y Rumania se juega por regiones. En el hemisferio Sur, el Super 14 se juega también por regiones.Asi pues, una forma de recortar la diferencia con los equipos del norte sería que España acudiera a esta competición como una sola región, de la misma manera que el equipo rumano de Bucuresti. Evidentemente sería una medida chocante para muchos de los clubes y difícil de aplicar, pero sería consecuente con el nivel del rugby español.
Si se aceptara esto, una posibilidad es que fuera la selección española la que acudiera a esta competición. Eso podría ser lo mas sencillo de aplicar porque los clubes están acostumbrados a dejar sus jugadores para este equipo. Para la selección también sería una forma de progresar, ya que yo creo que se aprende más en un partido contra Newcastle que en un partido contra Portugal. Sería el particular Seis Naciones de la selección española.
Eso si, hay un problema bastante evidente con esta solución: los jugadores de la selección que no juegan en España. Ahora ya hay alguno, y es posible que con el tiempo haya más. Esto se podría solucionar permitiendo a este hipotético equipo contar con un numero de “no españoles”, con lo que no seria puramente una selección española, pero sí mas competitiva. El número de extranjeros debería fijarse para evitar que en el futuro acabasen jugando 12 extranjeros en el equipo.
En fin, sería interesante un debate sobre los detalles, pero la idea principal es que España deje a un lado el rugby de clubes a nivel internacional y vaya como un solo conjunto, lo que a mi entender haría que todo el rugby español progresara e incluso que creciera el apoyo popular.
Ante esto, el rugby español puede conformarse y seguir intentando jugar competiciones europeas y algún mundial de vez en cuando por el orgullo intrínseco de este deporte, o puede intentar un crecimiento que le acerque de alguna manera a los equipos profesionales. Ojo, que acercarse no significa batirles, eso queda para un futuro mucho más lejano, pero acortar algún escalón de los bastantes que separan a uno y otro rugby es posible.
Yo propongo que España afronte las competiciones europeas de una manera diferente al rugby de clubes actual. En realidad, solamente en Inglaterra, Francia e Italia los clubes compiten en Europa. En Gales, Irlanda, Escocia y Rumania se juega por regiones. En el hemisferio Sur, el Super 14 se juega también por regiones.Asi pues, una forma de recortar la diferencia con los equipos del norte sería que España acudiera a esta competición como una sola región, de la misma manera que el equipo rumano de Bucuresti. Evidentemente sería una medida chocante para muchos de los clubes y difícil de aplicar, pero sería consecuente con el nivel del rugby español.
Si se aceptara esto, una posibilidad es que fuera la selección española la que acudiera a esta competición. Eso podría ser lo mas sencillo de aplicar porque los clubes están acostumbrados a dejar sus jugadores para este equipo. Para la selección también sería una forma de progresar, ya que yo creo que se aprende más en un partido contra Newcastle que en un partido contra Portugal. Sería el particular Seis Naciones de la selección española.
Eso si, hay un problema bastante evidente con esta solución: los jugadores de la selección que no juegan en España. Ahora ya hay alguno, y es posible que con el tiempo haya más. Esto se podría solucionar permitiendo a este hipotético equipo contar con un numero de “no españoles”, con lo que no seria puramente una selección española, pero sí mas competitiva. El número de extranjeros debería fijarse para evitar que en el futuro acabasen jugando 12 extranjeros en el equipo.
En fin, sería interesante un debate sobre los detalles, pero la idea principal es que España deje a un lado el rugby de clubes a nivel internacional y vaya como un solo conjunto, lo que a mi entender haría que todo el rugby español progresara e incluso que creciera el apoyo popular.
miércoles, 10 de octubre de 2007
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